
El problema
La fuerza de las instituciones democráticas y el orden legal están íntimamente conectados con el dinamismo de los derechos humanos. Dado que el sistema democrático y legal de muchos países está en peligro, las violaciones de los derechos humanos se multiplican. La comunidad de activistas por los derechos humanos, que se encuentran entre los principales actores dedicados a la protección de estos derechos, enfrentan cada vez más riesgos físicos, digitales y legales, poniendo su vida y su seguridad psicosocial en peligro. Es esencial generar entornos más seguros para garantizar seguridad en línea y fuera de línea activistas de todo el mundo, con el objetivo de proteger y promover valores democráticos y basados en los derechos humanos.
Como señala una resolución histórica de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la protección de las personas defensoras de los derechos humanos, “las desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder y la discriminación hacia las mujeres, así como distintas formas de extremismo, tienen consecuencias directas sobre la situación y el trato a las mujeres y [...]Se violan los derechos de quienes trabajan en defender los derechos de las mujeres, y se estigmatiza su trabajo” Las respuestas estatales y políticas frente a las amenazas contra las activistas por los derechos humanos suelen ser insensibles a las desigualdades de género e ignorar el hecho de que las desigualdades estructurales históricas pueden generar violaciones sistemáticas. Así se exacerba el riesgo que corren las activistas, que se ven desprovistas del apoyo esencial de la comunidad y cuentan con un sistema de justicia legal que ignora la discriminación sistemática.
Los informes indican “una creciente prevalencia de la violencia en línea contra las mujeres, una falta de medidas eficientes para prevenirla y contenerla, con la resultante impunidad.” A medida que aumenta la violencia en línea van surgiendo nuevos desafíos políticos; siguen faltando métodos de gobernanza y rendición de cuentas empresarial que se centren en los derechos humanos; y la legislación de los Estados suelen estar orientada a la adquisición y el control de datos.
La evolución de las tecnologías digitales como servicio esencial necesario para funcionar eficientemente en el mundo actual también ha generado nuevos desafíos de seguridad para las mujeres defensoras de los derechos humanos. Los estudios señalan que “internet y las herramientas y espacios digitales tienen un profundo impacto sobre la magnitud del peligro y, simultáneamente, han ampliado e incrementado la cantidad de formas que pueden tener la vigilancia y el acoso”. Se sabe que los gobiernos utilizan tecnologías de vigilancia contra las mujeres defensoras de los derechos humanos, además de que tienen acceso a los datos sobre las personas que cuentan con el apoyo de las mujeres activistas, lo que pone en riesgo la seguridad de las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Además de la vigilancia tradicional, también aumentó la supervisión de los contenidos y la expresión digital, que suele utilizarse como base para iniciar acciones legales contra las defensoras de los derechos humanos.
La Relatora Especial de Naciones Unidas sobre la situación de las personas defensoras de los derechos humanos ha manifestado su preocupación en relación a las acusaciones de difamación que pesan sobre las personas que defienden los derechos humanos y que, en ciertos casos, han llegado a ser acusaciones de blasfemia por publicar artículos, entradas de blog, tuits, o simplemente por expresar sus opiniones en público. Las redes sociales suponen otro desafío. Los ataques en línea contra las mujeres activistas por los derechos humanos son “invariablemente sexualizados y las mujeres defensoras de los derechos humanos suelen correr más riesgos en línea (y fuera de línea también) que sus pares hombres. Las mujeres que se dedican a la defensa de los derechos humanos enfrentan a una mayor hostilidad y cuentan con menos protección que sus colegas hombres.” Las campañas de desinformación de género, que suelen propagar el odio, incitar a la violencia y contener imágenes fotográficas y de video sexualizando a las mujeres activistas por los derechos humanos hacen que el ambiente en línea sea hostil y constituyen una amenaza para su vida y su seguridad.
El cambio que propiciaremos
Sustaining Defenders through Feminist Holistic Security, o Safety for Voices, es una iniciativa del Sur global puesta en marcha por un consorcio liderado por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, junto con Urgent Action Fund Africa (Fondo de acción urgente África), Urgent Action Fund Asia and Pacific (Fondo de acción urgente Asia y Pacífico) e IM-Defensoras que se propone lograr “una mayor seguridad, tanto en línea como fuera de línea, para las defensoras de los derechos humanos del mundo entero”, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda (DGIS, por su sigla en inglés).
Para cumplir su objetivo, la iniciativa se dedicará a:
Prevenir riesgos y situaciones inseguras para las activistas brindando recursos de seguridad integral.
Proteger a las activistas que se encuentran en riesgo inmediato, en tiempos de crisis y en zonas de conflicto, brindando apoyo y recursos de manera oportuna.
- Incrementar la legitimidad del trabajo de las activistas de derechos a través de la aprobación, el fortalecimiento y la implementación de leyes y políticas relevantes, y de la creación de estructuras formales de apoyo que sean sensibles al género.
Con el objetivo de lograr estos resultados, Safety for Voices realizará intervenciones en los espacios físicos, virtuales, legales y políticos, incorporando un enfoque feminista interseccional a nivel del diseño, la metodología y la evaluación para identificar, documentar y abordar tanto los factores externos como los internos que contribuyen a poner en peligro la seguridad de las mujeres activistas.
Por tratarse de un consorcio de organizaciones lideradas por mujeres que se basa en un marco de Protección feminista integral, el programa conoce muy bien las profundas desigualdades estructurales y sistémicas que enfrentan las defensoras de derechos humanos y se enfoca, principalmente, en su seguridad. Por lo tanto, Safety for Voices centraliza la seguridad de las activistas de derechos humanos en el mundo entero, ocupándose no sólo de las distintas regiones representadas por los miembros del consorcio, sino también del resto del planeta mediante colaboraciones entre las regiones a fin de crear redes feministas más fuertes.
Para Safety for Voices, la tecnología es un elemento esencial a tener en cuenta, tanto a nivel de la capacitación como a nivel político. Un enfoque integrado de la seguridad implica también prestar especial atención a la tecnología, que es a la vez promotora de la defensa de los y herramienta que ha sido explotada para poner en peligro la seguridad de las mujeres defensoras de los derechos humanos. Esta iniciativa aprovecha décadas de trabajo pionero de APC en las intersecciones entre tecnología y género, además de la experiencia en intervenciones políticas exitosas contra la violencia de género en línea.
Safety for Voices también se propone lograr la inclusión de la voz de las mujeres defensoras de derechos humanos más vulnerables y marginadas. Los cuatro miembros del consorcio operan principalmente en países del Sur global y cuentan con extensas redes de mujeres activistas en las regiones, ofreciéndoles acceso a conocimientos y estructuras de apoyo no eurocéntricas y ancladas en la realidad que viven. Es por eso que Safety for Voices se centra en las mujeres activistas de derechos humanos del Sur global como su principal grupo beneficiario.
Marco de protección feminista integral
El enfoque de protección feminista integral reconoce que las mujeres defensoras de derechos humanos promueven su trabajo en defensa de los derechos en condiciones de discriminación y de violencia de género que ponen en riesgo su integridad, así como su capacidad para realizar su trabajo. Dentro de este marco, los riesgos y amenazas se entienden de manera amplia, e incluyen factores externo e internos que limitan la seguridad y sostenibilidad de su labor. Dentro de este marco, la seguridad integral se relaciona tanto con el espacio público como con el privado, y considera que los entornos físico y digital en el que operan las defensoras de derechos humanos constituyen una parte integral de sus cuestiones de seguridad. Por lo tanto, un enfoque de protección feminista integral no se limitaría sólo a ofrecer equipos o capacitación de seguridad, sino que trabaja activamente para crear culturas en las cuales la seguridad y el cuidado constituyen condiciones importantes.
Este enfoque sobre la seguridad incluye “el desarrollo de respuestas multisectoriales de corto y largo plazo para las mujeres defensoras de derechos humanos que incluyen servicios de salud, asesoramiento psicosocial y apoyo financiero. También implica la coordinación entre diferentes organismos estatales a cargo de hacer que se cumpla la ley y el Poder Judicial para desarrollar iniciativas de prevención, junto con la realización de investigaciones y acabar con la impunidad”. Con este enfoque, Safety for Voices se propone crear recursos integrales (físicos, digitales, legales, psicosociales) para brindar cuidado, seguridad y apoyo incorporando temas de transformación social a fin de afrontar los peligros que surgen de la discriminación, y creando solidaridades entre los movimientos y más allá de fronteras con el objetivo de trabajar por la transformación social.
Estrategias
Los desafíos que enfrentan las mujeres defensoras de derechos humanos son multifacéticos, por tanto requieren soluciónes múltiples para una seguridad integral. Safety for Voices incluye cinco estrategias que, juntas, contribuirán a alcanzar la meta y lograr los objetivos. Estas estrategias incluyen el desarrollo de conocimiento, apoyo entre movimientos diferentes y construcción de red, activismo político, acompañamiento y cuidado de las mujeres defensoras de derechos humanos en situaciones de grave riesgo.
A. Desarrollo de conocimientos para hacer un seguimiento de las amenazas y documentarlas, mapeando tendencias e incluyendo la diversidad y autenticidad de las voces de las mujeres defensoras de los derechos humanos para informar las agendas políticas. Las actividades en esta área estratégica, pensadas para contribuir con todos los objetivos fundamentales, se basan en enriquecer el conocimiento de los contextos y experiencias de las activistas. Por ser un consorcio feminista, Safety for Voices reconoce que la producción de conocimiento es un acto tremendamente político y muy poderoso. La estrategia de desarrollo de conocimiento ofrece el anclaje para todas las otras estrategias. Esta estrategia también se sumerge profundamente en los peligros que acechan a la seguridad digital. A medida que van surgiendo nuevos desafíos, como la desinformación de género y el discurso de odio, resulta clave entender cuáles son las intersecciones entre esos peligros y la vida personal y profesional de las mujeres activistas, y cuál sería la mejor forma de apoyarlas.
B. Apoyo y construcción de redes entre los movimientos para que las activistas mujeres que trabajan en un amplio rango de áreas puedan unirse en solidarid y apoyo, compartir conocimientos y cocrear soluciones centradas en la seguridad. Las actividades y los resultados de esta área estratégica contribuyen directamente con la seguridad comunitaria y facilitan la creación de comunidades que ofrecen cuidados y apoyo. Esta estrategia también permite construir redes con las comunidades de derechos digitales, lo que habilita a las activistas mujeres de un amplio rango de movimientos a integrar la tecnología como una herramienta facilitadora para su trabajo y, simultáneamente, adoptar prácticas digitales más seguras. La seguridad comunitaria forma parte del enfoque de la Protección feminista integral y el apoyo entre redes, junto con la construcción de una gran red, nos permitirá establecer conexiones que se puedan mantener más allá del programa y agregar sostenibilidad. Por último, esta estrategia reúne conexiones con otras partes interesadas como embajadas, donantes estatales y privados, y redes globales de organizaciones de la sociedad civil que ofrecen apoyo y compañías para la seguridad. Dichas conexiones permiten que el consorcio ayude a las activistas a unirse a una red mayor de apoyo, además de crear espacio para el intercambio de conocimientos y el aprendizaje con actores que están invirtiendo recursos para la seguridad de las mujeres defensoras de los derechos humanos.
C. Activismo político para presionar directa e indirectamente a los organismos legislativos con el fin de mejorar las leyes y políticas de protección de las mujeres defensoras de derechos humanos. A través de diversas actividades relativas a las estrategias de activismo político, el programa se propone contribuir a: a) la creación de una agenda, ayudando a elaborar mejores normativas y objetivos que apunten a establecer metas relativas a la seguridad para las activistas; b) responsabilizar a los países en relación a las acciones que afectan negativamente el trabajo y la seguridad de las activistas; c) supervisión, tanto de los efectos positivos como de los negativos en relación a los compromisos asumidos para proteger a las activistas. El cambio político se reconoce como un camino clave para el cambio en esta iniciativa. Con esta estrategia, Safety for Voices quiere garantizar la incorporación del conocimiento procedente de fuentes indígenas y los objetivos políticos informados por las propias activistas de derechos humanos en las recomendaciones políticas y de derechos humanos de Naciones Unidas. Se están organizando actividades similares a nivel nacional y regional. A nivel nacional, Safety for Voices también apoyará a las mujeres activistas que deseen ejercer presión y militar por una mayor seguridad para todos los y las activistas en su país. Entre otros elementos destacados de la agenda política conjunta mencionada anteriormente, el trabajo se enfocará sobre todo en: a) acciones estatales contra las mujeres activistas a través de vigilancia, elaboración de políticas atrasadas y punitivas, juicios legales estratégicos contra la participación pública o acciones extrajudiciales contras las mujeres activistas; b) la impunidad prevalente de los actores no estatales que atacan a las mujeres activistas; y c) la gobernanza y rendición de cuentas de los gigantes tecnológicos y las corporaciones por promover o responder inadecuadamente a las amenazas y riesgos relacionados con la tecnología que enfrentan las mujeres defensoras de los derechos humanos.
D. Acompañamiento de las mujeres defensoras de los derechos humanos a través de diferentes servicios de apoyo y recursos que suplementen o complementen su trabajo y sus necesidades en relación a la seguridad. Las actividades en esta área estratégica apuntan a brindar apoyo financiero y técnico, así como apoyo en términos de capacitación, activismo y desarrollo comunitario de forma de responder completamente a las necesidades de la comunidad. Todas las actividades de esta estrategia se proponen responder a las necesidades específicas de la comunidad. La estrategia se ponen en marcha gracias a dos instrumentos claves. El primero es un programa de subsidios a través del cual las activistas tienen acceso a fondos para formarse en seguridad integral, dedicarse al activismo y a ejercer presión en relación a los derechos humanos en países y regiones específicos, y realizar actividades que fomenten la resiliencia. El segundo instrumento es un centro de seguridad virtual para la seguridad digital y psicosocial que ofrece varios tipos de apoyo a las activistas y sus organizaciones. Esta estrategia presenta recursos flexibles, versátiles y ágiles, que todas las otras estrategias pueden aprovechar.
E. Salvaguardar a las mujeres activistas en grave riesgo generando protección adicional a través de respuesta rápida y capacitación para poder resistir ante riesgos digitales. El objetivo clave es garantizar que Safety for Voices puede apoyar a las activistas que necesitan acceder de manera urgente a recursos financieros o técnicos para lidiar con una situación que representa una amenaza directa contra su vida y su seguridad física, digital o psicosocial.
Caminos de cambio
Espacios más seguros en línea y fuera de línea: La creación de espacios más seguros en línea y fuera de línea permitirá que las redes de mujeres activistas operen en condiciones más seguras, contribuyendo así a la creación de un ambiente más seguro en general. El programa permite la creación de espacios en línea más seguros mediante varias actividades incluyendo formaciones para evitar, contrarrestar y resistir ante amenazas digitales, y también a través del activismo exigiendo responsabilidad corporativa en relación a la seguridad de las mujeres activistas. El apoyo que reciben las activistas para volverse más resilientes, dedicarse al activismo en lo nacional y llevar adelante acciones legales de interés público las ayuda a militar por espacios más seguros para reunirse y organizarse, facilitando así la creación de un ambiente más seguro.
Colectivos más fuertes de defensoras de derechos humanos: La seguridad colectiva es uno de los aspectos principales del marco de Protección feminista integral. Para trabajar por la seguridad colectiva de las defensoras de derechos humanos, las redes que consisten en mujeres activistas con una profunda comprensión de los peligros que acechan a la seguridad pueden ser un camino para el cambio. Safety for Voices crea varias oportunidades para que las activistas se reúnan a fin de encontrar soluciones colaborativas y construir redes de apoyo que les ayuden a prevenir riesgos y situaciones de inseguridad.
Cambios políticos y legales a nivel nacional, regional e internacional: La inclusión de la voz de las mujeres defensoras de derechos humanos y la integración de una agenda política de consensos dentro de las recomendaciones políticas de los instrumentos de derechos humanos y los espacios políticos de Naciones Unidas ejercerá presión sobre los organismos regionales y los gobiernos nacionales para que respondan más y mejor a las necesidades y preocupaciones de las activistas. Safety for Voices se esfuerza para que esto suceda asumiendo una postura informada y proactiva para trabajar con partes interesadas relevantes tanto en Naciones Unidas como en las distintas regiones, ayudando así a legitimar el trabajo de las mujeres activistas por los derechos humanos.
Imagen de Gerry Popplestone en Flickr, utilizada bajo licencia de Creative Commons.